Testimonios – Vivir la Experiencia Shaolin y Wudang en China
Déjate inspirar por los relatos auténticos de nuestros estudiantes.
Entre las montañas sagradas de Wudang y los templos legendarios de Shaolin, comparten su experiencia en una escuela de kung-fu en China: una aventura marcada por el aprendizaje marcial, la inmersión cultural y una verdadera transformación interior .
Es una experiencia única y, al mismo tiempo, inolvidable.
Me llamo Vincente y vine a la escuela de Wudang durante menos de una semana para descubrir más sobre la cultura, los fundamentos de estas artes marciales y, sobre todo, para practicarlas junto a los alumnos y los maestros.Es una experiencia que me ha marcado profundamente de manera positiva y que dejará una huella en mí. Recomendaría sin duda a quienes estén dudando que den el paso. ¡Entrenarás en las montañas de Wudang, en un entorno natural y lejos de la ciudad! Dormirás en bungalows o en dormitorios, como fue mi caso. Los profesores son pacientes, comprensivos, atentos y muy generosos con sus enseñanzas. Los estudiantes chinos son encantadores, curiosos por conocerte y también muy generosos. La barrera del idioma no es realmente un problema, porque con las manos o con aplicaciones de traducción siempre se logra comunicar.
Y si hablas francés, uno de los profesores —que es increíble— ¡habla chino y francés con total fluidez !A pesar de la gran disciplina que reina aquí, tendrás libertad para seguirla a tu ritmo, sobre todo para hacer pausas, ya que el entrenamiento es muy intensivo, y los maestros lo comprenden perfectamente. Para terminar, te recomendaría quedarte al menos un mes (idealmente más) si deseas sumergirte de verdad en la práctica, o si quieres descubrir y ampliar tu experiencia y tus conocimientos, como hice yo.
Agradezco a esta escuela, a sus profesores y a sus estudiantes por haberme acogido de la manera más cálida posible durante mi estancia.
Ya son tres años consecutivos que vengo a esta escuela, y no es casualidad.
Quiero agradecer a los entrenadores por su paciencia, sus consejos y toda la pasión que ponen cada día en transmitirnos sus conocimientos.
Un enorme agradecimiento también a los alumnos, que son especialmente entrañables.
Si queréis vivir una experiencia enriquecedora tanto en el plano humano como en el deportivo, sea cual sea vuestra edad o condición física, no puedo más que recomendarlo.
Mi viaje a China fue increíble.
Viví una experiencia como ninguna otra.
La forma de vida, la cultura y los conocimientos que se transmiten en esta academia son apasionantes.
Valores como el compartir y la convivencia me hicieron vivir uno de los mejores momentos de mi vida; creo que jamás volveré a experimentar algo igual en otro lugar.
Aquí se combinan esfuerzo y disfrute mientras uno mejora día a día.
He progresado muchísimo en la práctica del Sanda, gracias a profesores muy competentes pero también muy atentos con los estudiantes y con los valores que enseñan.
Cada día uno se sorprende al ver cómo supera un poco más sus propios límites, y se siente orgulloso de ello.
Recomiendo esta aventura a toda persona que quiera vivir una experiencia verdaderamente extraordinaria.
Tengo solo 14 años y tuve la oportunidad de vivir una aventura extraordinaria en China, en esta escuela.
Me encariñé muchísimo con las personas que me rodeaban, y eso me permitió vivir momentos increíbles.
Gracias a este viaje, crecí y evolucioné enormemente.
Cada mañana era difícil, pero el entorno hace que uno no pueda abandonar la idea de levantarse y entrenar.
Es un lugar perfecto para progresar y superarse.
Aprendí muchísimo y deseo que más personas puedan vivir una experiencia como esta.
En mi primer viaje a China, en vuestra escuela, aprecié muchísimo —además de vuestra cálida acogida— vuestra amabilidad, vuestros consejos y la gran calidad de vuestros entrenamientos: claros, adaptados y, al mismo tiempo, completos y enriquecedores para los practicantes, incluso para un profesor de kung-fu como yo.
Ser transmisores de conocimiento, pero también despertar la curiosidad y las ganas de seguir aprendiendo, forma realmente parte de vuestro éxito.
Esto me ha dado ganas de volver varias veces, y recomiendo a cualquier persona que ame las artes marciales que no se pierda una experiencia como esta.
Una experiencia increíble.El entrenamiento es intensivo y no siempre es fácil cada día.
Pero nunca se nos pide más que dar nuestro máximo.
Los monjes son extremadamente amables y me ayudaron a progresar muy rápido.
Habiendo elegido practicar Sanda (boxeo chino), tuve la oportunidad de revisar todas las técnicas básicas y perfeccionarlas.
El entrenamiento fue físico, pero siempre adaptado a mis límites (tuve clases con un grupo y también clases individuales solo con el profesor).
Fuera del entrenamiento, el entorno es muy tranquilo y relajante.
Al vivir dentro de la escuela, tuvimos la oportunidad de convivir con los niños, que también son adorables.
Dormíamos en una habitación de la academia, lo que nos permitió sumergirnos completamente en este estilo de vida.
Una experiencia increíble que ya tengo previsto repetir.
Ha sido uno de los viajes más hermosos de mi vida, por no decir el más hermoso.
Tuve muchísima suerte de poder ir tan joven, y no me arrepiento en absoluto.
El entorno es maravilloso, la gente es muy auténtica y entrañable, la cultura es fascinante y los entrenamientos están adaptados para todo el mundo.
Cada uno encuentra su ritmo y su lugar, gracias a una acogida cálida y muy humana.
Solo puedo recomendar esta experiencia a cualquier persona que quiera enriquecerse, practicar una actividad física, superarse y pasar momentos increíbles, sin importar el nivel.
¡Gracias de nuevo por haberme hecho vivir esta aventura inolvidable!